Lizao Hu
La crítica ha eludido durante mucho tiempo cómo aparecen representadas las semillas diminutas en la literatura infantil, aunque suelen ocupar un primer plano en las palabras e imágenes de los libros infantiles ilustrados. Recurriendo a los estudios críticos sobre plantas, al nuevo materialismo y a la noción de “disparidad en el conocimiento sobre plantas”, este artículo analiza tres historias ilustradas sobre semillas, concretamente “La mala pipa” (2017) de Jory John y Pete Oswald, “Stay, Little Seed” (2020) de Cristiana Valentini y Philip Giordano, y “Seeds Of Change: Planting a Path to Peace” (2011) de Jen Cullerton Johnson y Sonia Lynn Sadler. Centrándose en la representación verbal y visual de las semillas y de su relación poética con los niños, el análisis de las tres historias sobre semillas revela la naturaleza empoderadora de las narrativas sobre semillas que representan a las semillas como personajes antropomorfos o como motivos simbólicos, pero, más esencialmente, como seres con agencia y vitalidad. Estas historias muestran la implicación entre semillas y niños en un ensamblaje de vulnerabilidad colectiva, que no sólo desdibuja la línea entre lo humano y lo vegetal, sino que también negocia las jerarquías de poder que subyacen en el mundo gobernado por los adultos. De esta forma, sostengo que las historias de semillas revelan la poderosa agencia de las semillas al crear diversas formas de implicación poética entre semillas y niños. Aunque esta implicación puede que no deconstruya completamente una asimetría entre adultos y niños inocentes, así como entre plantas maduras y semillas diminutas, este estudio ofrece una perspectiva alternativa que se opone a la percepción de las semillas y los niños como vulnerables y bajo control.
How tiny seeds are represented in children’s literature has long eluded critical attention, although they are frequently foregrounded in the words and images of children’s picturebooks. Drawing upon critical plant studies, new materialism, and Kathryn Parsley’s notion of “plant awareness disparity”, this article analyzes three contemporary seed picturebook stories, namely Jory John and Pete Oswald’s “The Bad Seed” (2017), Cristiana Valentini and Philip Giordano’s “Stay, Little Seed” (2020), and Jen Cullerton Johnson and Sonia Lynn Sadler’s “Seeds Of Change: Planting a Path to Peace” (2011). With a focus on the verbal and visual representations of seeds and their poetic relationship with children, the analysis of the three seed stories reveals the empowering nature of seed narratives which represent seeds as anthropomorphized characters or symbolic motifs, but most essentially, as agentic beings with vibrancy. These stories exhibit the poetic entanglement of seeds and children in an agentic assemblage of collective vulnerability, which not only blurs the line between the human and vegetal, but also negotiates power hierarchies embedded in the world ruled by adults. Thus, I argue that seed stories reveal the agentic power of seeds by crafting various forms of poetic entanglements between seeds and children. Although the child-seed entanglement may not entirely deconstruct an asymmetry between adults and innocent children as well as between matured plants and tiny seeds, this study offers an alternative perspective that counters the perception of seeds and children as vulnerable and controlled.