La práctica del bastanteo administrativo plantea problemas entorno a su ámbito y objeto que inciden directamente sobre la capacidad y legitimación de los interesados que actúan a través de representantes. Delimitar conceptos como la suficiencia del poder y la finalidad de presentación es indispensable para no invadir las competencias que la ley reserva al órgano administrativo. A su vez, esta distinción tiene una incidencia fundamental en las vías de impugnación de los interesados frente a un bastanteo desfavorable.