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Santiago, Chile
El artículo se propone como una lectura A Feminist Theory of Refusal (2021), de Bonnie Honig. Bajo el supuesto de que a Honig le corresponde el mérito de introducir en la teoría política feminista un pensamiento del rechazo elaborado pacientemente a partir de un comentario de figuras literarias como Antígona y Bartleby, el artículo interroga la lógica de la resistencia que estas figuraciones de la negatividad adelantan. Desde la perspectiva de A Feminist Theory of Refusal, los nombres de Antígona y Bartleby no solo constituyen puntualizaciones subjetivas de interrupción de un dominio, sino que ante todo constituyen figuraciones agonísticas de una política que tiene en la disputa de la significación uno de sus ejes principales. En otras palabras, la política del rechazo que propone Honig es al mismo tiempo una política agonal que se organiza en torno a la significación de las palabras, de las narraciones que estructuran lo común de un orden social. Siguiendo esta pista de lectura, el ensayo se propone interrogar la política del rechazo elaborada por Honig a partir de las figuraciones que la encarnan.
The article is proposed as a reading of A Feminist Theory of Refusal (2021), by Bonnie Honig. Under the assumption that Honig has the merit of introducing into feminist political theory a thought of rejection patiently elaborated from a commentary on literary figures such as Antigone and Bartleby, the article interrogates the logic of resistance that these figurations of negativity advance. From the perspective of A Feminist Theory of Refusal, the names of Antigone and Bartleby are not only subjective indications of the interruption of a domain, but above all they are agonistic figurations of a politics that has the dispute of meaning as one of its main axes. In other words, the politics of rejection that Honig proposes is at the same time an agonal politics that is organized around the meaning of words, of the narratives that structure the commonality of a social order. Following this line of reading, the essay sets out to interrogate the politics of rejection elaborated by Honig from the figurations that embody it.
