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Con apenas dos años de diferencia, la pandemia de la Covid-19 y la agresión rusa contra Ucrania ha colocado a Europa ante dos de los mayores desafíos de la historia reciente. En ambos casos, no pocas voces vaticinaron la incapacidad de un club de veintisiete democracias para hacer frente a retos de tal magnitud, frente a la supuesta eficacia y fortaleza de las autocracias. Hoy, sin embargo, la realidad demuestra que la Unión ha sido capaz de recoger el guante y dar respuesta a los retos generados por cada una de estas crisis, superando cualquier expectativa. A diferencia de lo que ocurrió en la crisis financiera de 2008 y en la crisis de refugiados de 2015, nuestra respuesta ha mostrado nuestra unidad y eficacia y, especialmente, ha contribuido a preservar las condiciones de vida de los ciudadanos europeos en tiempos inciertos.
