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Luis Jimena Quesada 
El presente artículo pretende mejorar las sinergias entre la praxis médica y la jurídica con objeto de optimizar el disfrute del derecho a la salud. El enfoque del autor se basa en la tutela multinivel de los derechos fundamentales, teniendo en cuenta especialmente los estándares evolutivos de la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. En este sentido, se analizan los aspectos deficitarios de la jurisprudencia española (tanto del Tribunal Supremo como del Tribunal Constitucional) en materia de responsabilidad sanitaria de la administración pública. A tal efecto, se somete a examen el alcance del consentimiento informado y la posibilidad de tratamientos médicos alternativos en conjunción con el principio de facilidad probatoria y la dimensión procedimental (además de sustancial) de los derechos humanos en juego (principalmente los reconocidos en los artículos 2, 3, 6 y 8 del Convenio Europeo de Derechos Humanos). En realidad, la recepción doméstica de la jurisprudencia del Tribunal de Estrasburgo, así como de otros estándares europeos (Comité Europeo de Derechos Sociales, o Convenio de Oviedo sobre Derechos Humanos y Biomedicina, entre otros), debería facilitar una correcta lex artis (médica y jurídica) desde la primera línea de actuación. En definitiva, el artículo incluye unas pautas para que, en caso de fallar el principio de subsidiariedad y las jurisdicciones nacionales no sean coherentes con los estándares europeos, las eventuales demandas ante el Tribunal Europeo puedan estar bien argumentadas y tener mejores posibilidades de éxito.
This paper aims to improve synergies between medical and legal practice in order to optimise the enjoyment of the right to health. The author's approach is based on the multilevel protection of fundamental rights, taking into account in particular the evolving standards of the case-law from the European Court of Human Rights. In this sense, it analyses the deficit aspects of Spanish case-law (both of the Supreme Court and the Constitutional Court) in the area of liability of health administration. To this end, the scope of informed consent and the possibility of alternative medical treatment are examined in conjunction with the principle of ease of proof and the procedural (as well as substantial) dimension of the human rights at stake (mainly those recognised in articles 2, 3, 6 and 8 of the European Convention on Human Rights). Indeed, the domestic reception of the case-law from the Strasbourg Court, alongside other European standards (the European Committee of Social Rights, or the Oviedo Convention on Human Rights and Biomedicine, among others), should facilitate a correct lex artis (medical and legal) from the first line of action. In short, the essay includes some guidelines so that, in the event that the principle of subsidiarity fails and national jurisdictions are not consistent with European standards, possible individual applications to the European Court can be well founded and have a better chance of success.
