Irene Climent Campos
Los primeros pasos del largo recorrido histórico en el que se dio una transformación del sistema político y judicial español, y también del derecho, se dieron durante la revolución liberal en España. Con esta revolución política, y por medio del primer texto constitucional español, se formalizan, no solo los derechos y libertades de los ciudadanos, sino también la forma política y jurídica que adoptaba el nuevo sistema y forma de gobierno en España. En este sentido, destaca el paso de un sistema jurisdiccional no garantista, dominado por un extenso arbitrio judicial, como era el del Antiguo Régimen, a un sistema en el que el poder judicial es reconocido como uno de los tres poderes del Estado, y, en cuanto tal, tiene una regulación, no solo legislativa, sino también y, sobre todo, constitucional.