Leyendo este artículo, el lector entenderá mejor porque transcurridos más de veinte años desde el comienzo de la implantación de la NOJ, su despliegue es tímido y escaso y los conceptos básicos de esta transformación no están asimilados, el porqué de las resistencias de muchos de los profesionales que la integran, la falta de instrumentos de planificación y dirección estratégica, y la falta de recursos materiales invertidos. Por eso, toca reflexionar, sobre el «porqué» no se acaba de dimensionar el verdadero alcance de esta «transformación» (que no cambio), y sorprende el desconocimiento y desinterés en conocer el contenido material de la NOJ. Por la mayoría de colectivos y operadores jurídicos, se mira como algo refractario y tangencial. Supone un nuevo modo de organizar y trabajar y una nueva ética de servicio público. Desde el Magistrado más alto hasta el Auxilio que acaba de empezar a trabajar, nadie tiene un conocimiento preciso, sino más bien referencial del camino emprendido, y que probablemente no tiene retorno (es una calle de vía única), pero que sí, es susceptible de variaciones y modificaciones. Y para facilitar la comprensión, utilizaremos como método explicativo, el ejemplo que utilizamos para explicar la NOJ a alumnos de colegios y de universidad que visitan nuestras sedes judiciales. Se trata de comparar la organización de antes de la NOJ con una edificio-comunidad de propietarios; y la organización de la NOJ con un hotel, el «hotel de la justicia».