El TS se ha pronunciado recientemente en varias sentencias para confirmar las Resoluciones de la CNMC en las que se sanciona a varios Colegios de Abogados por infringir las normas de defensa de la competencia adoptando unos criterios orientativos en relación sólo, aparentemente, con la tasación de costas y la jura de cuentas. El Tribunal Supremo considera que, aunque la Disposición Adicional Cuarta de la Ley de Colegios Profesionales permite que se elaboren criterios orientativos para estas cuestiones de la tasación de costas y la jura de cuentas, se trata de una posibilidad excepcional que ha de ser interpretada de manera estricta.
En este sentido, entiende que, en ningún caso, los criterios elaborados por los Colegios de Abogados responden a la definición que se ha de dar a los permitidos por esta Disposición Adicional Cuarta. Además, añade, los criterios de los Colegios de Abogados, en muchos casos, también se aplican al resto de servicios prestados por los profesionales y no se circunscriben, por tanto, a estas dos situaciones en las que estarían permitidos.En otras sentencias, relativas a los mismos hechos, el TS se pronuncia en relación con la competencia de la CNMC para sancionar a los Colegios de Abogados teniendo en cuenta que, como dicen los recurrentes, el comportamiento en cuestión se circunscribe a una provincia y la autoridad competente, por esta razón, debería ser, según ellos, la del territorio en cuestión afectado por la conducta. En estos casos, el TS confirma la competencia de la CNMC por la repercusión supra autonómica de las actuaciones.
The Supreme Court has recently ruled to uphold the Spanish authority of competence’s Resolutions in which several Bar Associations were sanctioned for infringing antitrust rules by adopting guidance criteria in relation only, apparently, to the assessment of costs and the swearing in of accounts. The Supreme Court considers that, although the Fourth Additional Provision of the Law on Professional Associations allows guidance criteria to be drawn up for these matters of the assessment of costs and the swearing in of accounts, this is an exceptional possibility that must be interpreted strictly. In this sense, it understands that, in no case, do the criteria drawn up by the Bar Associations correspond to the definition to be given to those permitted by this Fourth Additional Provision. Furthermore, he adds, the criteria of the Bar Associations, in many cases, are also applied to other services provided by professionals and are not, therefore, limited to these two situations in which they would be permitted.
In other judgements, the Supreme Court ruled on the competence of the Spanish authority of competenceto sanction the Bar Associations, taking into account that, as the appellants say, the conduct in question is confined to a territory and the competent authority should be that of the territory in question affected by the conduct. In these cases, the Supreme Court upheld the Spanish authority of competence’s jurisdiction due to the supra-autonomous repercussions of the conduct.