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Jesús Ferreiro Aparicio 
La reunión del ECO FIN celebrada en Dublín el pasado diciembre de 1996 ha dotado de contenido a la propuesta de un Pacto de Estabilidad lanzada por el Ministro de Finanzas alemán Waigel a finales de 1995. Con este Pacto se pretende asegurar el cumplimiento de la disciplina presupuestaria por aquellos Estados que accedan a la tercera fase de la UEM. Independientemente de los potenciales efectos negativos que puede acarrear a los Estados miembros de la UEM el mayor grado de restricción presupuestaria derivado de dicho Pacto (superior a la implícita en el Tratado de Maastricht), éste aparece como una pieza clave del actual modelo de la UEM. Su ausencia podría tener efectos desastrosos sobre la credibilidad del proceso de construcción de la Unión Monetaria y, por ende, sobre su propia existencia.
