En esta nota se discute el proyecto de ley recientemente enviado al Congreso y que flexibiliza la estructura de comisiones de las AFP. Se destaca que estas modificaciones están orientadas a reducir una serie de distorsiones que tiene el sistema actual, las que se manifiestan en un elevado número de traspasos y, consecuentemente, altos gastos operacionales. Se argumenta que las dos principales críticas que se le han hecho al Proyecto —negativo impacto distributivo e incentivos a la concentración— son de dudosa validez. Por otro lado se argumenta que de existir tales problemas la manera de abordarlos es con acciones directas y no manteniendo ineficiencias, ni menos introduciendo restricciones que limitarán aún más la competencia y la eficiencia