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Fernando Coloma Correa, Gonzalo Edwards
En este trabajo se analiza, desde una perspectiva de eficiencia eco-nómica, el proceso de decisiones públicas en materia de localización de las viviendas básicas en Chile. El tema cobra relevancia —se señala— porque la elección entre distintos proyectos suele no tomaren cuenta los costos que se imponen a la sociedad cuando no se cumple con los estándares mínimos, ni los que se imponen a los mismos beneficiarios en relación a necesidades distintas a las que cubren dichos estándares mínimos. Los autores plantean los distintos criterios que se deberían adoptar para garantizar una buena asignación de recursos en la selección que hace el Ministerio de la Vivienda y Urbanismo (Minvu). La adopción de cualquiera de las modalidades de exacciones que se proponen, supone el cumplimiento de los estándares mínimos por parte del constructor, lo que podría significar un aumento en el precio de las viviendas básicas, un mayor aporte fiscal a los programas de viviendas o bien que los beneficiarios se vean obligados a hacer una mayor contribución al financiamiento de su vivienda. Pero, esto no necesariamente significa —advierten los autores— que la sociedad como un todo gaste más recursos ahora, ya que bajo el escenario actual los municipios y otros ministerios pueden ser los que finalmente internalicen los costos de las externalidades. Por último, se señala que en aquellas modalidades que no den la oportunidad al beneficiario para elegir hacia dónde canalizar el subsidio de vivienda, es importante dar prerrogativas al Minvu para que pueda seleccionar proyectos que aunque no correspondan a los de mínimo costo financiero, desde un punto de vista social pudieran ser más baratos al considerar las diferencias en costos (transporte, alimentación, etc.) que tendrían los adjudicatarios en distintas localizaciones.
