E. D. Hirsch traza en estas páginas los orígenes de la “cosmovisión progresista” que ha predominado en la comunidad educacional estadounidense en las últimas décadas. En particular, sitúa el movimiento progresista dentro de la tradición más vasta del Romanticismo norteamericano. De esa vertiente romántica, profundamente arraiga-da en la sociedad norteamericana desde el siglo pasado, el autor señala que las ideas desarrollistas —o visión “naturalista”—, basa-das en supuestos cándidos acerca de la niñez y la naturaleza humana, han resultado ser especialmente ineficaces desde el punto de vista dela calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje y contraproducentes en lo que atañe a la equidad del sistema educacional