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Juan Manuel Menéndez Blanco 
Once países comenzaron en enero de 1999 la tercera fase de la Unión Económica Monetaria después de alcanzar un elevado grado de convergencia monetaria y cumplir satisf actoriamente o en un grado suficiente los criterios de convergencia establecidos en Maastricht. Adicionalmente, a lo largo del período 1986-1996 se ha constatado un gradual, pero insuficiente, proceso de convergencia hacia la media comunitaria en la renta per cápita del grupo de países más rezagados (EUR-4: España, Portugal, Grecia e Irlanda).
Sin embargo, las disparidades en las variables que afectan a la convergencia real, en especial, la tasa de desempleo, siguen siendo muy notables y acusadas no sólo entre los países sino también en el ámbito regional y la discusión política más intensa se está centrando sobre la necesidad de reducir los Fondos Estructurales y finalizar la política de cohesión para los países que sin alcanzar el 90 por 100 de la renta media comunitaria, han logrado integrarse inicialmente en la zona EURO.
El objetivo de este trabajo es enfatizar la prioridad de la cohesión económica y social y de la convergencia real como referencia ineludible de las políticas comunitarias en el marco de la moneda única.
