El Estado como ente de poder público ejerce funciones administrativas encaminadas a suplir las crecientes necesidades sociales. Para ello encarga dichas funciones a la Administración Pública, la que entonces debe poner a disposición de la población los servicios públicos. Los destinatarios de estos se convierten en consumidores activos a través de relaciones contractuales y, por ende, se generan contratos de servicios públicos entre ambos sujetos de derecho. Al ser la Administración la parte privilegiada, por sus amplias prerrogativas, establece cláusulas predispuestas que podrían ser abusivas o generar una excesiva onerosidad. Por lo tanto, se requiere el establecimiento de sistemas de control: legal, administrativo y judicial, que actúen en conjunto y den seguridad jurídica al consumidor al requerir el servicio público
The State as an entity of public power exercises administrative functions aimed at providing the growing social needs. To do so, these functions are performed by the Public Administration, which is then in charge of offering the corresponding public services to the public. The recipients of these become active consumers through contractual relationships and, thus, public service contracts are estipulate between these two parties. Due to its broad prerogatives in this context, the Administration appears as the privileged party and determines contractual clauses unilaterally, which might be potentially abusive or generate economic hardship. Therefore, it is necessary to establish control systems: legal, administrative, and judicial; all of them must act together and are set in place in order to provide legal certainty to consumers