La presidencia española de la Unión Europea ha hecho una propuesta valiente y concreta por una Europa más federal. España ha liderado Europa, avanzando en el desarrollo de más democracia en todos los campos, en línea con la Declaración de Schuman de 1950 que dio origen al proyecto de integración. Además, han sido positivos los resultados de la Conferencia sobre el Futuro de Europa, en la que participaron la sociedad civil organizada y los jurados ciudadanos elegidos aleatoriamente, conjugados con la posiciones del Parlamento Europeo. De modo que, durante esta presidencia, y como beneficio añadido, España se ha revelado como el principal aliado de la única institución directamente elegida por la ciudadanía.