Acceso usuarios
El sujeto activo del delito, desde locales denominados cibercafés, en vistas de ocultar la autoría del crimen, accedió en forma ilegítima a una base de datos personales (e-mail y perfil de una plataforma digital) imposibilitando a su titular hacer uso de ella. Ese delito se utilizó como medio para la perpetración de otros. Desde esa plataforma y correo electrónico se generaron contenidos injuriosos y calumniosos que luego se masificaron por la dispersión en diversas plataformas digitales. El victimario, se valió de esas cuentas “hackeadas” para abrir nuevas cuentas de correo electrónico y perfiles apócrifos en diversas plataformas. Individualizando en ellas a la víctima, para desde allí replicar mensajes al entorno social, familiar y laboral de esta en detrimento de su intimidad por su condición de mujer. Hechos que se complementaron con la creación de un perfil en una plataforma destinada a concretar encuentros sexuales, desde dónde tomaba contacto con diversos usuarios para encaminarlos a concretar personalmente las experiencias sexuales prometidas. Finalmente, el victimario, con identidad suplantada, denunció los hechos en los centros educativos donde la víctima ejercía la docencia, aduciendo que esta corrompía y/o abusaba de los menores a su cargo, hecho que derivó en la pérdida del puesto laboral.
From stores called “cybercafes”, in order to hide the authorship of the crime, the offender accessed illegitimately to personal database (e-mail and profile of a digital platform) making it impossible for its owner to use it. This illegal activity served as a tool for committing other crimes, as slanderous and defamatory con-tent was produced from that platform and email, and then widely spread across various digital platforms. The culprit utilized the hacked accounts to create new email accounts and fake profiles on different platforms, impersonating the vic-tim only with the purpose of sending messages to the victim’s social, family, and work network, damaging the victim’s privacy as a woman.To complement these facts, a profile was created on a platform designed for arranging sexual encounters. From this profile, the offender contacted various users and directed them to the victim’s address to carry out the promised sexual experiences personally.Finally, the perpetrator, using an impersonated identity, accused the victim of corruption and abuse of minors in the educational institutions where she wor-ked as a teacher, leading to her losing her job.
