Sergio Martín Guardado
La tauromaquia está siendo objeto de una persecución creciente por parte de sectores antitaurinos que pueden llegar a compeler la acción de los poderes públicos en este sentido. Analizando la jurisprudencia constitucional comparada, podemos llegar a determinar que su defensa, en ocasiones, transita más por argumentaciones de corte político que amparadas en interpretaciones jurídicas objetivas. De dicho análisis llegamos a la conclusión de que la Constitución no ampara la existencia de la tauromaquia como expresión cultural y artística y, es el legislador el que libremente puede salvaguardarla o proscribirla. Lo que no impide ofrecer una visión antropocéntrica frente al biocentrismo animalista, basada en los valores del pluralismo y la libertad. También se abordan los distintos intentos de prohibición como conflictos competenciales y no sólo como un conflicto aparente entre los mal llamados “derechos de los animales” y los derechos y libertades propiamente dichos.
Bullfighting is being increasingly persecuted by anti-bullfighting sectors that can compel the action of the public authorities in this sense. Analyzing the comparative constitutional jurisprudence, we can determine that its defense, on occasions, is more based on political arguments than on objective legal interpretations. From this analysis we conclude that the Constitution does not protect the existence of bullfighting as a cultural and artistic expression, and it is the legislator who can freely safeguard or proscribe it. This does not prevent us from offering an anthropocentric vision as opposed to animalistic biocentrism, based on the values of pluralism and freedom. The different attempts at prohibition are also approached as conflicts of competence and not only as an apparent conflict between the misnamed "animal rights" and the rights and freedoms themselves.