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Andrea Lizasoain, Jorge Vargas Mutizabal
El examen del libro de texto es fundamental para comprender su función, características y mecanismos de enseñanza, así como para utilizarlo con efectividad. No obstante, los profesores de inglés lo usan intuitivamente, sin recibir instrucción en favor del aprendizaje de una lengua extranjera. En este trabajo, exploramos las percepciones de los profesores acerca de los libros de texto de la asignatura en cuestión, para conocer el objeto de estudio desde la óptica docente. Realizamos una encuesta que contestaron 484 participantes de distintos contextos educacionales, la que analizamos cuantitativa y cualitativamente. Encontramos que los docentes que trabajan con los libros de texto que entrega el Ministerio de Educación perciben que estos no favorecen el aprendizaje del inglés, principalmente porque no se adecuan a la realidad del aula y no se condicen con los planes y programas de la asignatura. En contraste, los docentes que trabajan con libros del mercado están más satisfechos con ellos, porque pueden seleccionarlos según el nivel de los estudiantes y el plan educacional de sus establecimientos. Esto significa que los establecimientos educacionales deben contar con libros escolares que puedan adaptarse a su diversidad y favorecer el aprendizaje.
The assessment of textbooks is essential to understand their function, features, and teaching mechanisms, as well as to be able to employ them efficiently. However, teachers use them intuitively, without any instruction to facilitate the learning process. This study explores teachers’ perception on EFL textbooks in order to understand the object of study from the teachers’ point of view. A survey was conducted to 484 participants from different educational contexts. Findings show that teachers in the public system perceive that government-delivered textbooks do not favor the learning process of English as a second language, mainly, because they are not adaptable to the public classroom diversity and they are not mismatched with the national curriculum. In contrast, teachers who work with textbooks selected by themselves are more satisfied, because they can choose the textbooks based on their students’ proficiency levels and their schools educational projects. This means that schools must have textbooks that can adapt to diversity and also promote effective learning.
