Este artículo trata de analizar los retos que plantea la vinculación de los objetivos en materia ESG con la política de remuneraciones de los administradores societarios y, en particular, la paulatina recepción del principio de sostenibilidad en la determinación de los sistemas de retribución y las problemáticas derivadas del ensanchamiento del tradicional concepto de interés social hacia el nuevo paradigma en el que las sociedades y sus administradores se convierten en garantes de intereses públicos.