Santiago, Chile
Uno de los elementos distintivos del proceso constituyente en Chile (2020-2022) fue la enorme diversidad en la composición de la Convención Constitucional. Esto fue producto de un acuerdo parlamentario que estableció normas de paridad de género, escaños reservados para pueblos indígenas, listas de independientes y cuotas para personas con discapacidad. A partir de una metodología cualitativa, estudiamos las motivaciones de los legisladores para generar un cuerpo colegiado más “representativo”. Desmitificamos que el debate legislativo estuviese dominado por el interés normativo de establecer una Convención más diversa. En la racionalidad parlamentaria, las normas aprobadas no constituían una amenaza para sus intereses electorales y de ahí el apoyo brindado a tales regulaciones.
One of the distinctive features of the Chilean Constituent process (2020-2022) was the sociopolitical diversity of the elected Convention. Such diversity was the result of a Congressional bargaining process that included rules concerning gender parity, easing rules to allow independents to compete, permitting reserved seats for indigenous people and to include quotas for people with disabilities. Using a qualitative method, we study legislators’ motivations to generate a more representative body. We demystify that the legislative debate was driven by the normative commitment of having a more plural Convention as the political rationally behinds these decisions considered the potential electoral benefits of including such rules.