Una empresa demuestra tener una cultura sólida cuando, gracias a sus mecanismos internos, una persona con valores inciertos no llega siquiera a ocupar una posición de liderazgo. Entre otros, los departamentos de RRHH, Cumplimiento Normativo y Legal, Auditoría interna o Comités de Empresa. El hecho de que existan y que funcionen cuando se necesitan reduce significativamente los riesgos. Su magia es que su mera presencia cultiva una cultura con un poder difícil de superar por un único líder.