Yeni Rodríguez Valdés, Imelda Samano, Andrea Enríquez Guadarrama
Dice la leyenda que polos opuestos se atraen; quizás eso exactamente sucede cuando admiramos la obra de Andrea e Imelda en un mismo espacio, ya sea en una galería o en las páginas de esta revista. Una, Andrea, expone en su gráfica un mundo interior que recuerda las ilusiones de los niños y sus aventuras. La otra, Imelda, dialoga con su lado oscuro como quien lleva años de amistad con la muerte y sus símbolos. ¿Será que la niñez está destinada a morir? ¿Será que la adultez es negra y la infancia es en colores? Como sea que lo sintamos, sucede que este conjunto de piezas invita a pensar de qué lado de estas caras de la luna nos encontramos o, si acaso, tenemos a la vez un poco de color y oscuridad.