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A pesar de su indudable importancia entre los clásicos de la sociología, la obra de Weber ha sido escasamente reconocida por los sociólogos de la educación. Si bien algunos enfoques neoweberianos han intentado integrar elementos weberianos en su aproximación empírica al estudio de la educación, no existe todavía un tratamiento monográfico de las ideas de Weber sobre la educación y el papel que ésta desempeña en su visión de la evolución y el destino de la cultura moderna. Este artículo pretende contribuir a subsanar este vació poniendo en relación dos ejes de análisis: la teoría weberiana de la nacionalización cultural y su propia experiencia como Homo Academicus. La idea central es que, movido inicialmente por la cuestión del hombre en el mundo moderno, Weber vio en la educación de nuestro tiempo el resultado de la institucionalización de la ciencia desencantada. Su alejamiento de la auténtica cultura significaría, así, una pérdida de potencial utópico y una devaluación como medio de salvación social, lo que habría terminado convirtiéndola en lo que Nietzsche llamo un "medio de autonarcotización".
