Loïc Wacquant
Una chispa puede desatar el incendio. Sin líder ni reivindicaciones concretas, las revueltas del pasado junio en Francia recuerdan a otras protestas desde abajo, incluidas las revueltas campesinas durante el Antiguo Régimen. La arrogancia de un presidente-monarca favorece las analogías: rabia mezclada con júbilo, incendios y saqueos y, finalmente, represión.