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José Enrique Ruiz Saura
Los cambios en los modelos productivos y en el sistema de relaciones laborales que, progresivamente, se van consolidando en la época actual, han evidenciado la necesidad de dotar de seguridad jurídica al ejercicio de la huelga como derecho fundamental recogido en nuestra Constitución de 1978 y reconocido sin cortapisas en los ordenamientos jurídicos de los Estados sociales modernos. En el presente trabajo, se analiza la forma en que las nuevas tecnologías vienen condicionando el desarrollo de los conflictos colectivos a día de hoy y, en particular, cómo afectan a la puesta en marcha de ceses en la prestación de servicios. Se constata que, estos nuevos sistemas de trabajo están provocando el desplazamiento de las formas clásicas de articulación de la protesta, y a su vez revelan una serie de límites legales que el vigente marco sociolaboral, debe disponerse a afrontar.
