Acceso usuarios
Lidia Melissari
La unión entre turismo y vino representa una oportunidad capaz de potenciar, innovándolos, los negocios agrícolas y el potencial turístico de la zona. En torno al vino se ha desarrollado un mercado que mira este producto desde diferentes perspectivas, según se lo considere un producto agroalimentario en sentido estricto, o como un recurso que caracteriza una oferta turística de consumir en y para el descubrimiento de un territorio, hasta el punto de especializar un segmento del mercado. En esta última perspectiva el vino puede ser el principal atractivo de un territorio o un elemento que contribuya, junto con otros recursos culturales y ambientales, a la definición de la oferta turística. El vino simboliza el estilo de vida italiano y el de los países mediterráneos en general, y en todas las regiones encuentra diferentes connotaciones, que dan fuerza y carácter a la oferta turística nacional. El enoturismo también involucra otros productos agrícolas locales, por ejemplo la gastronomía típica. Por último, pero no menos importante, el arte también. El enoturismo es, por tanto, un fenómeno complejo que no se concluye con visitas a bodegas, sitios de producción y degustación, ni puede asociarse únicamente a formas de turismo rural o agroturismo, sino que involucra directa y completamente a todo un ambiente en sus diversos componentes. El artículo identifica los elementos característicos del enoturismo y examina las leyes vigentes en Italia en el marco de la UE: desde el establecimiento de las “rutas del vino”, a la ley sobre agroturismo y finalmente a la ley presupuestaria, que para el trienio 2018/2020 ha financiado y regulado un fenómeno que parece tener un gran potencial, incluso en la difícil situación creada por la pandemia Covid 19.
The union between tourism and wine represents an opportunity capable of enhancing, through innovation, agricultural businesses and the tourist potential of the area. A market has developed around wine that considers this product from different perspectives, depending on whether it is seen strictly as an agri-food product, or as a resource characterizing a tourist offer - to be consumed in and for the discovery of a territory - to the point of creating a specialized segment of the market. In the latter perspective, wine can become the main attraction of a territory, or an element that contributes, together with other cultural and environmental resources, to the definition of the tourist offer. Wine symbolizes the Italian way of life and, in general, that of the Mediterranean countries, presenting in all regions different features which add strength and character to the national tourist offer. Wine tourism (enotourism) also involves other local related products, like for instance typical gastronomy. And, last but not least, art. Wine tourism is therefore a complex phenomenon which does not end with the visits to cellars, production sites and tasting, nor can it be associated only with forms of rural tourism or agritourism, because it directly and completely involves an entire zone in all its different components. The article identifies the characterizing elements of wine tourism and examines the laws in force in Italy within the EU framework: from the establishment of the “wine roads” to the law on agritourism and finally to the budget law, which in the three-year period 2018/2020 has financed and regulated a phenomenon whose potential seems to be remarkable even in the difficult situation created by the Covid 19 pandemic.
