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La novela “Eucalyptus” de Murray Bail de 1998 es una exposición de la propiedad de la tierra, la clasificación de las plantas y las relaciones entre los humanos y la tierra, utilizando una estructura de cuento de hadas. Bail usa el exceso paródico para socavar hábilmente las preocupaciones de los colonos y las tradiciones europeas que históricamente se han trasladado al bush australiano. Sin embargo, en una segunda lectura veinticuatro años después de la primera, este autor detectó una ausencia de contexto decolonial en el libro, en relación con el momento de la publicación, y un refuerzo involuntario de la misoginia que requiere un nuevo interrogatorio. El propio trabajo de este autor como miembro de un colectivo de “Dirt Witch” se presenta como un objeto creativo encajado, una obra de arte de bosque urbano 2021, y permite una lectura mágica del libro de Bail de 1998 y los intentos más contemporáneos de reparar los fracasos coloniales. También permite cuestionar la forma en que la novela vuelve a estereotipar a las mujeres australianas en la tierra, vuelve a oprimir tanto a la tierra como a las mujeres y refuerza la misma misoginia que pretendía exponer.
Murray Bail’s 1998 novel “Eucalyptus” is an exposition of land ownership, plant classification and human-land relations, using a fairy tale structure. Bail uses parodic excess to deftly undermine settler preoccupations and European traditions that have historically been transposed onto the Australian bush. However, upon a second reading twenty-four years after the first, this author detected an absence of decolonial context in the book, relative to the time of publication, and an unintended reinforcement of misogyny that requires fresh interrogation. This author’s own work as a member of a Dirt Witch collective presents as a dovetailed creative object—an urban forest artwork 2021—and allows a witchy reading of Bail’s 1998 book and more contemporary attempts to redress colonial failures. It also allows an interrogation of the way the novel re-stereotypes Australian women on the land, re-oppresses both land and women and reinforces the very misogyny it was purported to expose.
