En los últimos cincuenta años, y en el contexto de la dialéctica entre el arte y el feminismo en la región mediterránea, hemos asistido a una serie de dinámicas cíclicas en las que los estereotipos en torno a las mujeres artistas se reproducen a cada generación, pues la sociedad es incapaz de afianzar los efímeros avances. Estas artistas, entonces, deben ser doblemente combativas con respecto a sus homólogos masculinos, pues toda conquista de libertades entraña, inevitablemente, la posterior pérdida de esas mismas libertades. Las mujeres artistas de la orilla sur del Mediterráneo, a causa de las realidades específicas de sus países, han tenido que lidiar, además, con el neocolonialismo cultural, en un contexto general en que están amenazados los logros adquiridos en los últimos cincuenta años. Esto nos obliga, desde una perspectiva tanto política como artística y cultural, a tratar de ir abriendo puertas y visiones que aporten lecturas complementarias a las ya existentes.