Norma Garza Saldívar
El Yo para Borges está atravesado por el tiempo, está destinado a ser siempre otro. Un tiempo y un Yo que evocan la imagen de un palimpsesto —manuscrito que conserva las huellas de lo que ya pasó, una escritura anterior que sigue cubriéndose con nuevas escrituras—. ¿Y acaso no es ésta la función, si tiene alguna, del lenguaje poético, como diría Lévinas, ser contemporáneo de lo Otro?