México
El objetivo del trabajo es examinar la relación entre inclusión financiera y complejidad económica en México. Para ello, se desarrolló un estudio empírico haciendo las estimaciones del Índice de Complejidad Económica y el Índice de Inclusión Financiera (de acceso y uso) para el año 2018. A partir de dichos índices se realiza un análisis descriptivo, correlacional y exploratorio de datos espaciales.
Los resultados muestran que “la inclusión financiera y la complejidad tienen una correlación directa, intensa y significativa, aunado a una autocorrelación espacial positiva”. Lo anterior es evidencia empírica valiosa porque se demuestra que los polos de alta complejidad económica son a su vez polos de inclusión financiera (uso) y que las zonas significativamente bajas en términos de complejidad son zonas de exclusión financiera (acceso). Una limitación del trabajo es que se basa en 2 de las 4 dimensiones de la inclusión financiera y su originalidad radica en que no existen estudios previos que relacionen la inclusión financiera con la complejidad y que ésta última es calculada haciendo uso de un mejor proxy de las capacidades industriales a escala municipal..
The aim of this paper is to examine the relationship between financial inclusion and economic complexity in Mexico. An empirical study was developed calculating the Index of Economic Complexity and the Index of Financial Inclusion (access and use) for the year 2018. Subsequently, we performed a descriptive analysis, correlational and Exploratory Spatial Data Analysis. The results show that financial inclusion and economic complexity have an intense, direct and significant correlation, as well as a positive spatial correlation. The value of the empirical evidence is that the poles with high economic complexity are poles of financial inclusion (use) and the zones with low significant complexity are sectors of financial exclusion (access). The limitation of the research is that it is based only on two of the four dimensions of financial inclusion. The originality of the study lies in the fact that: a) there are no previous studies of the relationship between financial inclusion and complexity, and b) complexity was calculated through a better proxy of industrial capabilities and municipal data.