El impacto del alza del euríbor en las cuotas de los préstamos hipotecarios para vivienda depende principalmente del saldo vivo de la deuda a que se enfrentan los hogares.
Si bien la hipoteca media de nueva contratación se sitúa cerca de los 145.000 euros, el saldo pendiente de amortización en las hipotecas suscritas con anterioridad se reduce hasta los 82.700 euros.
Las circunstancias, por tanto, son muy dispares según la antigüedad del préstamo, del mismo modo que la vulnerabilidad de las familias está también determinada por su nivel de ingresos. En conjunto, la subida del euríbor ha enfriado el mercado de la vivienda –las compraventas se han desacelerado y la curva de precios empieza a doblegarse–, si bien de momento no puede decirse que plantee un riesgo macroeconómico excesivo. En un plazo más largo, la clave estará en la evolución del empleo, principal determinante de la capacidad de devolución de los préstamos por parte de las familias.
No obstante, los hogares endeudados a tipo variable en el periodo más reciente y con niveles de ingresos bajos o medio-bajos sí se enfrentarán a una fuerte elevación de las cargas financieras en comparación con su renta disponible