Rolf Linkohr
Hace sólo unos meses el Parlamento Europeo ha puesto en marcha un programa propio de evaluación tecnológica. El STOA (Scientific and Technological Options Assessment) plantea tres líneas iniciales de investigación: los efectos de la desregulación de las telecomunicaciones, la contaminación química transfronteriza y la investigación en fusión nuclear. El autor de este artículo, uno de los propulsores del proyecto, describe las directrices, objetivos y contenidos del programa.