Durante las últimas décadas, el arbitraje de inversión bajo tratados internacionales se ha consolidado como uno de los mecanismos utilizados por inversionistas extranjeros para resolver disputas con Estados soberanos. Esta tendencia es el resultado de un vertiginoso aumento de tratados internacionales relativos a la protección y promoción de inversiones extranjeras, lo cual no es sino un reflejo de la mundialización del comercio y del constante incremento de los flujos de inversión extranjera directa que la acompaña.