Alberto Gil Ibáñez, Julia Pulido Gragera
Últimamente se viene hablando mucho de “guerra cultural” si bien pocas veces se concreta su significado. Tiene que ver con la batalla por el relato, pero no se limita a este campo. En todo caso, conviene diferenciar este concepto del legítimo debate e intercambio de ideas en pos de la mejora social. Nos encontraríamos por el contrario más cerca de la guerra híbrida, psicológica, cognitiva y el arte de la propaganda llevados a cabo por unos Estados contra otros, pero también por determinados agentes con poder suficiente para imponer la cultura que les interesa y acabar con la del contrario.