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Pablo Pumares Fernández, Beatriz González Martín
La inmigración procedente del extranjero en la provincia de Almería ha sido una constante desde los años noventa y ha adquirido una importancia cualitativa y cuantitativa determinante en la configuración de la sociedad y la economía. Su huella ya es profunda, constituye el 22 % de la población y el 39 % de los nacidos tiene un progenitor extranjero, pero también constituye la mano de obra imprescindible de un sector clave de la economía almeriense. El artículo recorre las principales características de esta inmigración y su inserción laboral y residencial, estrechamente ligada a la necesidad de trabajadores del sector agrario, en una dinámica de crecimiento permanente. Esa demanda conforma en buena medida las características de la inmigración en la provincia y condiciona sus posibilidades de integración. La presión que sufren los agricultores en un marco de gran competencia internacional, y la necesidad que tienen de trabajadores foráneos crea un clima de tensión entre grupos que no facilita las actuaciones para mejorar las condiciones de vida de los inmigrantes. Sin embargo, la presión internacional y la progresiva toma de conciencia de que no se puede dejar que la situación se deteriore más alumbran la posibilidad de cambios.
Foreign immigration into the province of Almería has been a constant since the 1990s, acquiring a qualitative and quantitative important that has markedly shaped the economy and society. !is immigration has already left a deep imprint, accounting for 22 % of the population and with 39 % of new-borns having a foreign parent, but it also constitutes an indispensable workforce in a key sector of the local economy in Almería. !e paper discusses the main characteristics of this immigration and its labour and residential insertion, closely tied to the need for workers in agriculture, within a permanent growth dynamic. !at demand is the main shaper of the characteristics of immigration in the province and conditions the integration possibilities. !e pressures faced by farmers in a context of strong international competition and their need for foreign workers creates a climate of tension between groups that is not conducive to actions to improve the living conditions of the immigrants. However, international pressure and the gradual realisation that the situation cannot be allowed to deteriorate any further usher in the possibility of change.
