En un planeta desgastado por la explotación excesiva de los recursos naturales no renovables, una alternativa sostenible y eco-amigable lo es, sin duda, la utilización de fibras vegetales en el desarrollo de nuevos materiales compuestos. En este contexto, el objetivo de esta investigación fue desarrollar un prototipo de material compuesto por una matriz de polietileno de baja densidad y fibras vegetales de la cajeta verde del frijol de gandul Cajanus Cajan. La fibra vegetal fue sometida a tratamientos químicos y mecánicos para obtener partículas secas de 3-4mm de longitud que luego fueron mezcladas con la matriz polimérica hasta obtener tres compuestos de diferente proporción fibra-polímero. De estos compuestos se obtuvieron 10 probetas que luego fueron sometidas a ensayos de tensión, deformación, y cuyos valores de resistencia a la tracción fueron contrastados estadísticamente con el de una probeta compuesta al 100% por polietileno de baja densidad. Los resultados arrojaron que el material con una proporción de fibra del 33% mostró mejores propiedades mecánicas, recomendándose su uso industrial en bolsas o empaques para sostener hasta 40 kg/f (392,4 N) de carga. De tal forma, el nuevo material compuesto puede aprovecharse en la sustitución de plásticos de un solo uso elaborados completamente a base de derivados de petróleo, contribuyendo a la sostenibilidad ambiental.