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Aragón es un territorio amplio y variado. Su territorio básicamente se reparte entre dos zonas montañosas y una amplia llanura entre ambas: al sur el Sistema Ibérico, cordillera de alturas modestas cuyo techo es el Moncayo, que con 2.315 m comparten Zaragoza y Soria. Al norte el territorio aragonés ocupa buena parte del Pirineo central en su vertiente meridional. Se trata de una gran cordillera alpina que supera los 3.400 m en el Aneto (Valle de Benasque) en la que la variedad paisajística, de vegetación, de relieve, etc hace que cada valle sea diferente.
Entre picos, paisajes rocosos y suaves prados encontramos un elemento natural digno de ser conocido:
los ibones. Se trata de lagos de origen glaciar situados en la cordillera Pirenaica. El término es un localismo aragonés que no se utiliza fuera de nuestra Comunidad. En otros lugares de España existen numerosos lagos glaciares en zonas de montaña pero se denomina con otros términos (lagunas, estanys, etc). Así las lagunas de Gredos, Peñalara o lagos de Picos de Europa comparten el origen y muchas de las características de nuestros ibones, pero el término ibón se aplica exclusivamente en Aragón
