Nos encontramos frente a un proceso de transformación profunda de las sociedades avanzadas (esfera del trabajo, papel del conocimiento, expansión de las industrias de la cultura y la comunicación) que conlleva desplazamientos clave en cuanto a la función de éstas en las prácticas de producción simbólica, de la información, del saber.
El gran reto para las prácticas culturales reside en encontrar su propio sentido en el curso de una fase avanzada del capitalismo.