Las políticas de apoyo a las PYME se han desarrollado intensamente desde los años 80, tanto en España como en la UE. Obviamente el porcentaje de empresas que se encuentra dentro de este colectivo supera el 95% en la mayoría de los países europeos, por lo que su importancia es muy elevada. Por ello también, casi cualquier política orientada a las empresas se aplica a las PYME. Sin embargo, la existencia de políticas diseñadas específicamente a las pequeñas y medianas empresas muestra que existen colectivos con necesidades específicas dentro de ellas que es necesario atender por parte de las políticas públicas. Adicionalmente, el diseño y aplicación de estas políticas en España se realiza fundamentalmente por dos niveles de la administración, el nacional y el regional. Por lo tanto cabe plantear algunas preguntas que permitan evaluar las diferencias existentes entre las políticas de origen nacional y regional. Así las cuestiones a responder se refieren a si son las políticas nacionales y regionales de apoyo a las PYME similares entre sí, hasta qué punto ambas administraciones se solapan en la aplicación de las políticas, o expresado de otra forma, ¿se sustituyen o se complementan?, cuál es el perfil básico de las políticas de apoyo a las PYME, y finalmente, si un perfil dado de una política concreta, es más probable que lo desarrolle la administración nacional o regional. La dificultad de este análisis se encuentra en que es necesario combinar aspectos institucionales que puedan ser cuantificados a partir de la observación de medidas de política concretas. Para analizar hasta qué punto las políticas de apoyo a las PYME en España son adecuadas desde esta perspectiva, se ha planteado un marco de actuación para las mismas que trata de primar los aspectos de horizontalidad vs. especificidad, generalidad vs. concreción y coordinación entre la administración central y las administraciones regionales. Los resultados obtenidos apuntan algunas conclusiones relevantes, como que en los tipos de medidas instrumentados existe un elevado grado de mimetismo entre los dos niveles administrativos. En general, se observan importantes diferencias por objetivos de las políticas entre los niveles central y regional. Adicionalmente, las políticas horizontales son las más utilizadas por ambos tipos de administraciones