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Roberto Bisang
La formulación del modelo de stop and go (S&G) para analizar el comportamiento de los ciclos económicos se basó en dos pilares: la estructura económica argentina de mediados del siglo pasado, donde la industria era el motor del desarrollo y el campo quedaba confi nado al aprovisionamiento de alimentos baratos y saldos exportables positivos, y, un paradigma tecno-productivo internacional dominado por las producciones siderúrgicas, petroquímicas y metalmecánicas, sujetas a grandes escalas, intensivas en el uso de energías fósiles y organizadas bajo la lógica fordista. Ambos planos registraron cambios estructurales signifi cativos que ameritan una revisión de los fundamentos originales del modelo. Novedosamente, la producción agropecuaria es el escenario de cambios tecno-productivos radicales a los cuales la sociedad local accede tempranamente. El trabajo sostiene que, en el agro argentino, la nueva forma de organización de la producción, la aplicación masiva de innovaciones, una ampliación del conjunto de actividades y la reconfi guración del “sujeto agrario” delinean una estructura productiva marcadamente distinta. Examina las modifi caciones ocurridas y sus derivaciones sobre las rutinas y performances de esta actividad en materia productiva, tecnológica, comercial y relacional (con el resto de la economía) y, consecuentemente, la validez y pertinencia de los supuestos originales. Concluye señalando que las modifi caciones identifi cadas derivan en el nuevo rol del sector en el marco del modelo de S&G.
The stop and go model was based on the Argentine economic structure which it faced at the middle of the last century, where the industry was the engine of development and agriculture, due to its structure and operation, was confi ned to the supply of cheap food and positive exportable balances. The recent emergence of a new global paradigm, centered on electronics and biotechnology, was adopted early by society and, along with other reasons, led to a markedly diff erent agricultural structure.
The paper's support of the new framework of agriculture organization, the application of massive innovations to an expanded set of activities and the reshaping of the "agrarian subject" derives in a productive structure that is fostering a remarkable productive and commercial performance and a greater multiplier eff ect on employment and production on the rest of the economy too. It concludes by stating that the central assumptions referring to the agricultural sector are changing signifi cantly and with them the need to review the role of this activity in both analytical and public policy design.
