Las implicaciones energéticas de la guerra en Ucrania ponen en evidencia la urgencia de prescindir de los combustibles fósiles y deberían contribuir a facilitar que la opinión pública entienda la importancia de reducir nuestra dependencia energética a través del ahorro, la eficiencia energética y el uso de energías renovables. Sin embargo, esta transición no es sencilla y genera continuas contradicciones (subvenciones a los carburantes, inclusión de la energía nuclear y el gas natural en la taxonomía verde, planes de construcción de infraestructuras que alargan el uso de combustibles fósiles, etc.).