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La literatura existente sobre rendición electoral de cuentas tras escándalos de corrupción ha priorizado el estudio del castigo al partido en turno. Según el consenso, los escándalos dañan el desempeño electoral del partido en turno, aunque solo levemente. La literatura no ha explorado el daño que los escándalos podrían hacer al desempeño de los partidos establecidos. Mediante series de tiempo de datos transversales de estados mexicanos, argumento que los escándalos de corrupción, más allá de perjudicar al partido en turno, podrían dañar el desempeño electoral de los partidos establecidos. Así, los escándalos de corrupción podrían tener un efecto de índole antisistema, y no solamente contra el partido en turno. Finalmente, bajo ciertas circunstancias, los escándalos de corrupción propulsan la participación.
The extant research on electoral accountability after corruption scandals has focused on the punishment of the incumbent party. The literature consensus is that scandals damage the incumbent party’s electoral performance, but only mildly. However, the literature has not inquired the damage corruption scandals might do to the established parties’ electoral performance, aside from the incumbent party’s. Using time-series cross-sectional data from the Mexican states, I suggest that corruption scandals, besides possibly harming the incumbent party’s electoral performance, might damage the established parties’ electoral performance. Corruption scandals therefore could have an anti-establishment effect, not only an anti-incumbent effect. Finally, contrary to the literature’s argument that corruption scandals depress turnout, the paper finds that, under certain conditions, corruption scandals might motivate turnout.
