Norma reivindicada durante mucho tiempo por la Abogacía y otros profesionales del Derecho, la futura Ley Orgánica del Derecho de Defensa aspira a situar este principio estructural básico de nuestro Estado de Derecho en la posición de reconocimiento que merece. No obstante lo anterior, la condición embrionaria del Anteproyecto de Ley y su posterior recorrido parlamentario invitan a reflexionar sobre la propuesta prelegislativa, sus defectos y, de forma general, sobre cuál debe ser el mejor modo de ubicar el derecho de defensa en nuestro amplio ordenamiento jurídico.