Javier Russinés y Torregrosa
La Diputación Provincial de Madrid ha pasado a la historia absorbidas sus competencias por la Comunidad de Madrid. Este hecho se produce en medio de un general desconocimiento acerca de la gestión de este organismo empequeñecido por la coexistencia en el mismo territorio de la Administración Central y el gigantesco Ayuntamiento madrileño. Y sin embargo, a pesar de que por Ley sus funciones se limitaban al campo de la beneficencia y la cooperación con los ayuntamientos la Diputación consiguió en cuatro años de gestión convertirse en el principal agente inversor de la provincia con más de 13000 millones de gasto.