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Granada, España
Los confinamientos para controlar la COVID-19 han demostrado ser efectivos desde la epidemiología, pero se sabe menos sobre cómo afectan al bienestar y a la percepción de salud de la población. Basado en la Encuesta Social 2020 para Andalucía (España), este documento tiene como objetivo averiguar cómo el encierro afecta a la salud autopercibida. Al contrario de lo que podría esperarse, la salud percibida de la población mejoró, pero no en todos los grupos sociales – empeoró en los grupos jóvenes y los de bajos ingresos -. La salud percibida se volvió más difícil de predecir con los determinantes clásicos de salud, sociodemográficos, socioeconómicos y residenciales, y los cambios relacionados con el confinamiento se volvieron más relevantes. El contacto con la enfermedad, los problemas económicos derivados del encierro y los cambios en las actividades diarias son factores explicativos clave, afectando especialmente al estado mental y emocional de la población.
Lockdown policies implemented to defeat the spread of COVID-19 have been shown to be effective from an epidemiological perspective, but little is known about how they affect wellbeing and individual health perception. Using information from the 2020 Social Survey for Andalusia (a southern region in Spain), this paper examines how lockdown affects self-reported health. Contrary to what might be expected, perceived population health generally improved, but not in every social group, with young people and low-income groups reporting a deterioration. Moreover, perceived health became more difficult to predict in terms of the classic health, socio-demographic, socio-economic and residential determinants, with lockdown-related changes being particularly relevant. Direct contact with COVID-19, economic problems resulting from the lockdown and changes in daily activities became key explanatory factors for perceived health, particularly affecting the mental and emotional state of the population.
