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Raquel Vicente Andrés
El TJUE en la sentencia de 2 de junio de 2022 (C-587/2020), aborda por primera vez, la cuestión relativa a si la Directiva 2000/78/CE del Consejo, de 27 de noviembre de 2000, sobre establecimiento de un marco general para la igualdad de trato en el empleo y la ocupación, puede aplicarse a otro grupo de actividades profesionales, que no se ajustan a los parámetros clásicos del término trabajador. En particular, se plantea, si su ámbito de aplicación puede extenderse al cargo electivo de presidencia de una organización de trabajadores. Concluyendo que cualquier tipo de puesto, público o privado, incluso los políticos y electos, deben incluirse en el marco protector de la Directiva europea, ya que su contenido trasciende al de un mero acto de Derecho Derivado, desde el momento en que, en su objetivo y alcance, es el de proclamar un principio de índole universal: el principio de igualdad. Por ello, tal valor fundamental, en modo alguno, puede hacerse depender de cuestiones meramente formales o nominativas, de modo que la presidencia de una organización de trabajadores, sí se halla comprendida bajo el halo protector de la Directiva europea, constituyendo cualquier límite de edad máxima establecido para poder optar a dicho cargo, una discriminación por razón de edad, prohibida por la norma europea.
The CJEU in the judgment of 2 June 2022 (C-587/2020), addresses for the first time, the question of whether Council Directive 2000/78/EC of 27 November 2000 establishing a general framework for equal treatment in employment and occupation, can be applied to another group of professional activities, which do not fit within the classic parameters of the term worker. In particular, the question arises as to whether its scope of application can be extended to the elective office of president of a workers' organization. Concluding that any type of position, public or private, including political and elected positions, must be included in the protective framework of the European Directive, since its content transcends that of a mere act of secondary legislation, from the moment in which its objective and scope is to proclaim a universal principle: the principle of equality. Therefore, such fundamental value can in no way be made to depend on merely formal or nominative matters, so that the presidency of a workers' organization does fall under the protective halo of the European Directive, any maximum age limit established to be eligible for such position constituting a discrimination on grounds of age, prohibited by the European standard.
