City of Albany, Estados Unidos
En este artículo se analiza el impacto de los diferentes entornos nacionales de regulación financiera de los flujos financieros en el sector bancario de la eurozona en el periodo 1998-2006. Tras la creación del euro, el mercado de préstamos interbancarios estaba plenamente integrado entre los países, pero el préstamo a las empresas siguió estando sujeto a las regulaciones locales. El periodo posterior a la integración se caracterizó por grandes flujos de capital desde los países del Norte hacia los del Sur, siendo el mayor de Alemania a España, lo que provocó una acumulación de desequilibrios en sus posiciones de inversión internacionales netas. España experimentó un considerable crecimiento económico, impulsado por la acumulación de capital y acompañado de un gran aumento del volumen de préstamos a empresas no financieras, sin que se produjeran cambios en la productividad medida. Se argumenta que el principal mecanismo que impulsó estos patrones fue una regulación financiera más estricta en Alemania que en España. Después del euro, los bancos alemanes utilizaron el mercado interbancario para prestar a los españoles. Para analizar estos patrones, se emplea un modelo de equilibrio general internacional de dos países con empresas heterogéneas que se enfrentan a un acceso friccional a los préstamos. El modelo se calibra para dos economías cerradas, Alemania y España, para igualar los momentos anteriores a la creación de la zona del euro. Tras la integración, el modelo genera flujos de capital y patrones de contabilidad del crecimiento en línea con los observados en los datos, incluyendo el deterioro de la posición de inversión financiera de España, el aumento de la relación capital/producto, así como un ligero descenso de la productividad medida en España. Con los valores de los parámetros constantes en sus niveles de 1998, el modelo reproduce alrededor del 20% de los flujos netos totales entre Alemania y España. Suponiendo una mayor relajación de las restricciones financieras en España tras la creación del euro, el modelo puede replicar la de los flujos, al tiempo que se ajusta cuantitativamente a los patrones de comportamiento del capital y de la producción en ambos países.
In this article, it is analyzed the impact of different national financial regulatory environmentson the patterns of financial flows in the banking sector in the euro area over the period of1998-2006. After the creation of the euro, the interbank borrowing market was fully integratedbetween countries, but lending to firms remained subject to local regulations. The period afterthe integration was characterized by large capital flows from Northern to Southern countries,the largest being from Germany to Spain, which led to a build-up of imbalances on their netinternational investment positions. Spain experienced sizeable economic growth, driven bycapital accumulation and accompanied by a large increase in the volume of lending to nonfinancialfirms, with no changes to measured productivity. I argue that the main mechanismdriving these patterns was stricter financial regulation in Germany than in Spain. After the euro,German banks used the interbank market to lend to the Spanish ones. To analyse these patterns,a two-country international general equilibrium model with heterogeneous firms facing frictionalaccess to borrowing is used. The model is then calibrated for two closed economies, Germanyand Spain, to match moments from before the creation of the euro area. After the integration, themodel generates capital flows and growth accounting patterns in line with the ones observed inthe data, including the deterioration in Spain’s financial investment position, increase in capital/output ratio as well as a slight decrease in measured productivity in Spain. With the values ofparameters kept constant at their 1998 levels, the model replicates about 20 % of total net flowsbetween Germany and Spain. Assuming further loosening of financial constraints in Spain afterthe creation of the euro, the model can replicate the entire size of flows, while quantitativelymatching patterns of capital and output behaviour in both countries.