Mathieu Colloghan
Trabajadores en lucha contra la gran precariedad, clientes “convertidos en rehenes”, sindicatos cuestionados en su legitimidad de representantes de los trabajadores, argumentos en contra de las “realidades económicas” y asuntos que, para las partes en liza, rebasan el tema de una lucha particular. Suena a algo conocido, ¿verdad? Puede ser. Solo que en 1907, en Francia, el conflicto versó sobre el derecho al bigote.