En múltiples ocasiones, se producen cambios normativos que pasan absolutamente desapercibidos. Especialmente, si los mismos tienen un rango normativo inferior, como es el caso de las instrucciones de servicio que se dictan en el seno de una administración. Creemos que justamente esto es lo que ha pasado con el texto que pasamos a comentar. Su publicidad y conocimiento real no está a la altura de su relevancia. Siendo la normativa penitenciaria flexible, abierta e interpretable, la línea de ejecución que marca la Instrucción 6/2020 de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias supone un impulso del tercer grado y abre posibilidades de ejecución que bien merece la pena comentar.