La pluralidad política es un valor democrático. La acción institucional es más efectiva cuando la ciudadanía se implica en ella y la ciudadanía se implica cuando se siente representada por las instituciones. Puede que sea más cómodo formar un gobierno monocolor, aunque esa circunstancia tampoco garantiza la unidad de acción ni la estabilidad política. El desgaste de una negociación continua entre socios con algunos intereses comunes, pero también otros diferentes (incluso opuestos, en determinadas materias) es grande. Pero mirándolo con perspectiva, sería injusto obviar que las coaliciones también generan una serie de efectos que, en un sistema constitucional como el español, basado en mecanismos de controles y equilibrios, juegan a favor de los intereses de la ciudadanía.